Por: Regino Navarro/Blogs LaFamilia.info –
A veces la expresión negativa de un rasgo de personalidad ayuda a caer en cuenta de la existencia del mismo. Estos tips pretenden este objetivo
1. Dejar de hablar cuando se quiere hacerlo o se debe hacerlo. No saber decir NO de modo claro, calmado y oportuno.
2. Contradecir o puntualizar lo que otros dicen, en lugar de ser afirmativo y propositivo. Enmendar lo que otros hacen o dicen.
3. Hablar de modo Indirecto, genérico o impersonal. Evitar mirar a una persona o no dirigirnos a ella por su nombre.
4. Ser hiriente, agresivo o terco al expresar las propias opiniones. Hablar de modo autoritario, dominante o impositivo.
5. Estar a la defensiva, tomarse las cosas a nivel personal y dejarse llevar por la susceptibilidad.
6. No expresar los sentimientos cuando conviene hacerlo, o expresarlos de mala manera. Entablar conflictos por cualquier cosa.
7. Dar por supuesto algo en lugar de preguntar. Evitar llegar al fondo del estado de una relación o situación en general.
8. Dejar de exigir los propios derechos o de manifestar la propia posición sobre una cuestión delicada. Permitir el irrespeto o no reclamar los méritos adquiridos.
9. Sentirse molesto con una persona y renunciar a aclarar la cuestión, guardando el malestar para uno mismo.
10. Quejarse o justificarse; culpar o reclamar
11. Usar la amenaza, encubierta y amigable, como medio de persuasión. Manipular con buenas maneras.
12. Hacer cosas porque otros las hacen, a pesar de no estar de acuerdo, por miedo a burlas o a quedar mal.
13. Juzgar, alabar o criticar sin que exista una razón o necesidad para ello.
14. Dejar de expresar lo que se piensa para evitar discrepancias y de esa manera no pasar un mal rato. Dejar de opinar por miedo a herir a otros.
15. Dejarse llevar por la inseguridad y la timidez al hablar o actuar. O buscar tener un perfil bajo cuando el cargo obliga a lo contrario.