Activistas de derechos humanos, periodistas y abogados de todo el mundo han sido objeto de un software espía vendido a gobiernos autoritarios por una empresa de vigilancia israelí, según informan algunos medios de comunicación.
Los nombres figuran en una lista de unos 50.000 números de teléfono, filtrada a medios de comunicación, de personas que se cree que son de interés para los clientes de la empresa, NSO Group.
No estaba claro de dónde procedía la lista, ni cuántos teléfonos habían sido realmente interceptados.
NSO afirma que el software está destinado a ser utilizado contra delincuentes y terroristas y que sólo se pone a disposición de las fuerzas armadas, los cuerpos de seguridad y los servicios de inteligencia de países con un buen historial en materia de derechos humanos.
También dijo que la investigación original que dio lugar a los informes, realizada por la ONG parisina Forbidden Stories y el grupo de derechos humanos Amnistía Internacional, estaba «llena de supuestos erróneos y teorías no corroboradas».
Pero añadió que «seguirá investigando todas las denuncias creíbles de uso indebido del software y tomará las medidas oportunas».
Las denuncias sobre el uso del software, conocido como Pegasus, fueron publicadas el domingo por el Washington Post, The Guardian, Le Monde y otros 14 medios de comunicación de todo el mundo.
Pegasus infecta iPhones y dispositivos Android, permitiendo a los operadores extraer mensajes, fotos y correos electrónicos, grabar llamadas y activar secretamente micrófonos y cámaras.
Los medios de comunicación que trabajan en la investigación dijeron que habían identificado a más de 1.000 personas de más de 50 países cuyos números figuraban en la lista.
Entre ellas hay políticos y jefes de Estado, empresarios, activistas y varios miembros de la familia real árabe. También se descubrió que más de 180 periodistas de organizaciones como la CNN, el New York Times y Al Jazeera figuraban en la lista.
Muchas de ellas se agrupan en 10 países: Azerbaiyán, Bahréin, Hungría, India, Kazajistán, México, Marruecos, Ruanda, Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos, según los informes de prensa.
Una investigación revela que miles de teléfonos en México de periodistas y activistas fueron incluidos como objetivos de espionaje a través del ‘malware’ contratado por el Gobierno de Peña Nieto. Entre ellos, el del periodista asesinado Cecilio Pineda https://t.co/eMpHwzdDQe
— EL PAÍS (@el_pais) July 19, 2021