Por: Carolina Ospina
Noticias GPS Washington DC. – La salud emocional de la juventud estadounidense está en la mira. Fuentes como los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) y asociaciones médicas muestran un notable incremento de la ansiedad entre niños y adolescentes en este país.
Prevalencia y tendencia creciente
Entre 2013 y 2019, aproximadamente 1 de cada 11 menores (8 – 9 %) de entre 3 y 17 años fue diagnosticado con trastornos de ansiedad CDC.
En adolescentes de 13 a 18 años, la prevalencia aumenta hasta 1 de cada 4 AAFP.
Entre 2016 y 2021, los trastornos mentales, emocionales o del desarrollo (que incluyen ansiedad) mostraban ya un aumento de 25.3 % a 27.7 % CDC.
Factores asociados
El acoso escolar impacta directamente en la salud mental. Entre 2021 y 2023, 34 % de los adolescentes de 12 a 17 años fue víctima de bullying. Estos jóvenes tienen casi el doble de probabilidades de experimentar ansiedad (29.8 %) o depresión (28.5 %) en las dos semanas previas CDC.
El uso excesivo de pantallas también se vincula con más ansiedad: en niños de 6 a 17 años, el consumo de cuatro o más horas diarias de pantalla aumentó el riesgo de ansiedad en 45 %, principalmente por el efecto de la falta de actividad física, sueño irregular o insuficiente.
Otros indicadores
Aunque algunos indicadores de bienestar mejoraron ligeramente entre 2021 y 2023, persisten desafíos: la encuesta Youth Risk Behavior Survey (YRBS) del CDC indicó que en 2023, 4 de cada 10 estudiantes afirmaron sentirse persistente y profundamente tristes, mientras que 2 de cada 10 consideraron seriamente el suicidio y casi 1 de cada 10 lo intentó CDC.
Aunque el contexto actual también es crítico, cabe recordar que ya en el 2021, varias instituciones médicas declararon una “emergencia nacional” por la crisis de salud mental entre niños y adolescentes.
Alternativas de tratamiento
Según el Comité de Servicios Preventivos de EE. UU., se recomienda cribado (screening) para ansiedad en niños desde los 8 años, es decir chequeo rápido de salud mental preventivo, para agilizar el diagnóstico y tratamiento.
Entre 2006 y 2018, el enfoque en consultas médicas reflejó una tendencia preocupante: muchos niños con diagnóstico de ansiedad fueron más medicados que tratados con terapias psicológicas, a pesar de que las guías recomiendan tratamiento combinado.
La ansiedad en niños y adolescentes en EE. UU. está en aumento, con factores como el bullying, el estilo de vida digital y el acceso desigual a tratamientos empeorando la situación. Un diagnóstico oportuno y el apoyo educativo y familiar son fundamentales para revertir esta crisis silenciosa.
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