13 de septiembre de 2025
Colombia Principal

Gobierno perdió el pulso en elección de nuevo magistrado de la Corte Constitucional

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por: Carolina Ospina

En medio de la polémica por el presunto riesgo que, según algunos sectores, representaba para el país la elección del nuevo magistrado de la Corte Constitucional, el Gobierno fue derrotado por 62 votos contra 41.

La elección generó incertidumbre debido a que, según la oposición, si resultaba elegida la supuesta candidata del Gobierno, la abogada María Patricia Balanta, el presidente Gustavo Petro habría logrado mayor influencia sobre la Corte Constitucional.

La tensión fue evidente. Balanta recibió múltiples críticas por ser vista como la ficha del Gobierno, mientras que Carlos Camargo también fue cuestionado por presunto clientelismo, tras haberse señalado que nombró en la Defensoría del Pueblo a familiares de magistrados de la Corte Suprema de Justicia —la misma que lo ternó—.

En una votación menos reñida de lo esperado, la plenaria del Senado eligió a Carlos Camargo Assis como nuevo magistrado de la Corte Constitucional. Los otros dos candidatos eran María Patricia Balanta Medina y Jaime Humberto Tobar Ordóñez. Balanta obtuvo 41 votos.

Camargo fue Defensor del Pueblo y exmagistrado del Consejo Nacional Electoral (CNE).

El presidente Petro se pronunció en su cuenta de X:

“No aposté a dominar la Corte, es imposible. Solo presenté dos ternas para que se eligiera en el Senado dos magistrados de nueve en total, la mayoría ternados por pasados gobiernos y cortes. Ese pasado contiene cuatro gobiernos del uribismo que pidieron controlar las cortes y la cúspide de la Justicia, y por eso se reeligieron solo ellos, y cerraron la reelección para los demás”.

Finalmente, el mandatario aseguró que no confía en que el nuevo magistrado Camargo defienda la Constitución de 1991.

Por su parte, el nuevo magistrado afirmó:

“Quiero dejar constancia de mi compromiso con la realidad nacional. Una Corte que ignora la vida diaria de los ciudadanos, sus angustias y esperanzas, se arriesga a perder legitimidad”.