La medida fue anunciada en las últimas horas para evitar mayores contagios de Covid-19 ahora que Europa se enfrenta a un nuevo pico de la pandemia ocasionada, principalmente, por la variante Delta y por las personas que no se vacunan y se están enfermando.
Quienes no se han vacunado deberán someterse a un confinamiento estricto y solo podrán salir de sus viviendas para ir a trabajar, estudiar, al médico o ir de compras a tiendas de primera necesidad, siempre y cuando usen tapabocas y presenten una prueba PCR negativa.
Estas personas tienen prohibido ir a restaurantes, cines, gimnasios, peluquerías y demás lugares de esparcimiento.
Alexander Schallenberg, canciller federal afirmó que la situación es preocupante por el aumento de los contagios y porque la tasa de vacunación del país está solo en el 65 por ciento, una de las más bajas de Europa.
La policía vigilará el cumplimiento de estas normas y las multas son de hasta 500 horas para las personas y de más de 3600 euros para los establecimientos.
La medida afecta a cerca de dos millones de personas y se prolongará inicialmente hasta el 24 de noviembre.
De la restricción están exentas las mujeres embarazadas, los niños menores de 12 años y quienes por razones médicas no puedan vacunarse.
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