Estados Unidos envía un «equipo de seguridad» para ayudar en la investigación
Un médico de origen haitiano, vinculado desde hace décadas a Florida, ha sido detenido como presunto autor intelectual del asesinato del presidente Jovenel Moise. Mientras tanto, Washington ha enviado un equipo de expertos a Haití para ayudar en la investigación.
Christian Emmanuel Sanon, de 63 años, fue detenido y nombrado «figura central» del caso, convirtiéndose en el tercer sospechoso vinculado a Estados Unidos en el supuesto complot. No está claro si realmente tiene la nacionalidad estadounidense, pero según el Miami Herald, un hombre con ese nombre que se «identifica» como profesional de la medicina tiene más de una docena de negocios registrados a su nombre en Florida durante los últimos 20 años.
La policía haitiana cree que Sanon supuestamente conspiró para deponer y detener al presidente Moise -y eventualmente instalarse como presidente-, pero el plan original fracasó en algún momento.
«Llegó en un avión privado en junio con objetivos políticos y se puso en contacto con una empresa de seguridad privada para reclutar a las personas que cometieron este acto. La misión inicial que se encomendó a estos asaltantes era proteger al individuo llamado Emmanuel Sanon, pero después la misión cambió», dijo el jefe de la policía, Leon Charles, en una conferencia de prensa el domingo.
Moise fue asesinado a tiros por un grupo de hombres armados en su residencia, cerca de Puerto Príncipe, en un asalto nocturno la semana pasada, durante el cual los atacantes se hicieron pasar supuestamente por agentes de la Agencia Antidroga estadounidense (DEA). Aunque los detalles sobre los asesinos son todavía escasos, la mayoría de los sospechosos fueron identificados como ex militares colombianos, mientras que otros dos haitiano-americanos detenidos admitieron haber trabajado como traductores para los atacantes.
En medio de la persecución por todo el país, los asaltantes supuestamente intentaron ponerse en contacto con Sanon, lo que llevó a las autoridades a su presunto líder. Durante la redada en la casa del «doctor», las autoridades haitianas habrían encontrado una gorra de la DEA, munición, dos coches y cuatro placas de vehículos de la República Dominicana.
El asesinato del presidente desencadenó un caos político aún mayor en Haití, lo que obligó a las autoridades a solicitar ayuda en materia de seguridad tanto a Estados Unidos como a las Naciones Unidas, pidiéndoles que desplegaran soldados para vigilar la infraestructura en caso de disturbios, según múltiples informes.
Aunque Estados Unidos rechazó la petición de tropas, ha enviado a Haití un equipo de varios expertos en seguridad y orden público para ayudar en la investigación.
«Hoy, un equipo interinstitucional, principalmente del Departamento de Seguridad Nacional y del FBI, se dirige a Haití para ver qué podemos hacer para ayudar en el proceso de investigación», confirmó el domingo el portavoz del Pentágono, John Kirby.
“Ahí es donde mejor se aplican nuestras fuerzas en este momento: en ayudarles a investigar este incidente y a averiguar quiénes son los culpables… y cuál es la mejor manera de hacerles rendir cuentas», concluyó.