El 30 de enero se cumplen dos años desde que la OMS declaró una emergencia de salud pública de interés internacional, el nivel más alto de alarma según el derecho internacional.
Desde entonces, se han notificado casi 350 millones de casos y más de 5,5 millones de muertes.
De media, la semana pasada se notificaron 100 casos cada tres segundos, y alguien perdió la vida por culpa del COVID-19 cada 12 segundos.
Desde que se identificó ómicron por primera vez hace apenas nueve semanas, se han reportado más de 80 millones de casos, más que en todo el año 2020.
Hasta ahora, la explosión de contagios no ha disparado las muertes, aunque están aumentando en todo el mundo, especialmente en África, la región con menos acceso a las vacunas.
“El 85% de la población de África aún no ha recibido una sola dosis de vacuna”, denunció Tedros. “¿Cómo puede ser esto aceptable para cualquiera de nosotros? Sencillamente, no podemos poner fin a la fase de emergencia de la pandemia a menos que salvemos esta brecha”, sostuvo Tedros Adhanom Gebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud
El responsable de la agencia mundial de salud insistió en que las vacunas por sí mismas no lograrán terminar con la pandemia. “Pero no hay salida si no logramos nuestro objetivo común de vacunar al 70% de la población de todos los países a mediados de este año”, concluyó el director de la OMS.